8/25/2008

Cortisol y Crianza.

Cortisol y Crianza.



Hace meses que quería subir este video, fue una grata sorpresa encontrarme a la mismísima Megan Gunnar, explicando como influye el cortisol en él desarrollo neuronal, me alegra que los tesoros de la investigación actual se difundan y generen reflexión para las prácticas cotidianas. (Para una referencia más completa de la autora revisar el capítulo tres del libro “Apego e Intersubjetividad” de Felipe Lecannelier).

¿Qué implican las palabras de Gunnar?

El llanto prolongado y reiterado de un infante satura el organismo de cortisol, lo que a su vez, vuelve menos probable que el potencial de ese niño conozca la luz.
En Chile y espero que no en otros países, circula de manera popular e inclusos por vías más formales, la desafortunada recomendación: “dejen que los bebés lloren para que les crezcan los pulmones”, tal cual, así cómo suena. Tamaña piedra en el desarrollo del país.

¿Si el infante esta llorando que hay que hacer?

¿Importa la edad del infante?

¿Es lo mismo dejar llorar a un bebé de dos meses que a un preescolar de cuatro años?


Por un lado tenemos los avances neurocientíficos que nos indicarían que la madre debería responder de la manera más pronta posible y calmar al bebé y por el otro lado todo el peso de las canas del psicoanálisis que nos dice: “Si lo amas frústralo”, palabras que no dejan de estar cargadas de sabiduría. Analía Stutman en el magíster nos explicaba una teoría brillante sobre el llanto y la respuesta materna. Usando las multifuncionales: “X – Y - Z” generó la mejor explicación que hasta aquí, yo haya escuchado.
“X” es el momento en que el niño empieza a llorar,“Y” es el momento de la respuesta materna y “Z” es el momento desde que el estado emocional del niño comienza a ser dañino para el desarrollo de su cerebro. Mientras menor es la edad del infante más pronta debe ser la respuesta del cuidador, con el tiempo “X” y “Z” se distancian y en este proceso la respuesta materna también debe ir acomodándose desde lo inmediato en sus primeros meses para paulatinamente aumentando el tiempo de latencia de la respuesta fomentando la tolerancia a la frustración del infante.
La idea es que Y siempre vaya antes que Z. Puede sonar muy simple pero su genialidad radica en que el termostato de las letritas lo tiene que regular el propio cuidador y no hay una tabla con los posible tiempo reales de Z e Y. La idea es: no por evitar el llanto del infante vamos a convertirlo en un consentido, ni tampoco mermar su potencial dejando que llore hasta el agotamiento. Es una ecuación en movimiento, pueden ser letras, pueden ser conceptos, pero siempre hay una proporción ideal, entre la edad del infante y el tiempo de respuesta del cuidador calmando su estrés . El arte está en acomodarse al ritmo de desarrollo del infante.

Otro mito popular que obstaculiza las buenas intenciones de los nuevos padres es “si uno toma en brazos mucho a un bebé se convierte en un niño aprehensivo”. Bueno, hoy ya es de conocimiento público que los niños aprehensivos tienen antecedentes comunes en los estilos de crianzas de sus cuidadores, pero lejos se encuentras estos antecedentes comunes de cuanto los tomaron en brazos cuando bebés. Los reales motivos se encuentran principalmente tras una palabra: “Inconsistencia”. Cuidadores que suelen cambian de estrategias de disciplina o simplemente reaccionan de maneras muy diversas frente a contextos relacionales similares. La inconsistencia del cuidador genera impredictibilidad en el infante, lo que gatilla su comportamiento aprehensivo. Muy por el contrario, bebés que son masajeados, acariciados, tomados, hablados, jugados, mirados, tocados suelen presentar un apego seguro con sus cuidadores y lograr con mayor facilidad la autonomía Los infantes que sienten seguridad de sus cuidadores salen a explorar e investigan, son autónomos, no necesitan aferrarse al cuidador por el temor del abandono.
En síntesis, no deje llorando a su bebé para que se calme solo, realmente no se calman (en relación al flujo de cortisol), sólo dejan de llorar por cansancio. Y el coctel de hormonas retarda su desarrollo, por lo tanto, tome en brazos, abrace, acaricie, converse, mire, juegue, y ame a su bebé todo lo que pueda, cada minuto es una inversión a largo plazo en la salud mental de su hijo. Para que un ser humano logre regularse emocionalmente, necesita que un otro le haya enseñado.
¿Qué le estas enseñando tú a tus hijos?

alvaro.pallamares

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18 Comments:

Blogger Pilar Rochet Clasen said...

Alvaro, me encanta que difundas estos temas tan importantes, cotidianos y muchas veces desconocidos.

miércoles, septiembre 03, 2008 11:27:00 p.m.  
Blogger Equipo Psicoterapeutico said...

Que buena pagina te felicito, interesantes articulos y buenos enlaces, es rico enocntrar a personas que esten en la misma frecuencia. saludos colega

viernes, septiembre 26, 2008 8:18:00 p.m.  
Blogger Pau said...

Que interesante. Uno de los últimos puntos respecto a generar aprehensión en los niños me hiso recordar acerca de las controversias que genera en el sistema chileno de salud las pautas de crianza mapuche, dentro de ellas se encuentra la libre lactancia hasta inculso los 5 años. Pese a ello, los niños no desarrollan aprehensión ni dependencia pues esta pauta se encuentra enmarcada en un marco cultural que promueve la independencia y responsabilidad dentro de la familia asignandole tareas y roles dentro de ella desde que comienzan a caminar, todo es un juego de equilibrio y compensación.
Interesante página...
Sigue publicando!
Paula Bitsch
Estudiante Psicología
5to año, Valdivia.

martes, noviembre 04, 2008 4:48:00 p.m.  
Blogger Álvaro Pallamares said...

Pau:
Sin duda el factor cultural influye y modela, del caso nuestro (mapuche) no tenía idea, y me parece interesante investigar un poquito más, el tema puntual del amamantamiento es sin duda un temazo. Emielce Dio Bielchmar tiene un capítulo en su libro "manual de psicoterapia para padres e hijos" en el cuál toca el tema de la sexualidad y en él, el destete. Los psicoanalistas sin duda se darían un festín, con tu ejemplo.
Yo tengo otro dato de una tribu africana en que los niños estan gran parte de sus primeros tres años de vida en brazos de sus madres, duermen sobre ellas hasta esa edad, y si su madre se ausenta hay simpre un adulto sustituto, los niños no estan nunca solos, y adivinen... no tiene problemas con la temida ansiedad de separación, muy por el contrario la autonomía los caracteriza en la adultez, este es un dato que el Felipe Lecalennier dió en clases del magister el años pasado.
Pau muchas gracias por tu aporte y te invito a seguir haciéndolo.

martes, noviembre 04, 2008 5:56:00 p.m.  
Blogger Eliana EL said...

Álvaro, estoy fascinada con tu blog, muchas gracias por hacérmelo conocer y gracias por el trabajo que haces por nuestros niños.
Eliana
de Criaryamar.com

lunes, junio 22, 2009 8:39:00 a.m.  
Anonymous Elisa Bracho said...

Alvaro: gracias por la información. Con estos aportes, sumados uno a uno todos los que trabajamos por la salud mental de nuestros niños realizamos un trabajo de hormiga, que día a día muestra sus resultados.

martes, febrero 02, 2010 9:57:00 p.m.  
Anonymous Pepa C. said...

Estimado Álvaro,

Me encantó tu post, y lo acabo de publicar en la página del Jardín Infantil Arlequín, debidamente referido a la fuente. Qué rico encontrar información tan´importante en un lenguaje tan compresible!
Muchas gracias!!!

viernes, abril 16, 2010 9:38:00 a.m.  
Blogger Ileana Medina said...

Hola, buenas tardes!!!

Me ha gustado todo, excepto lo de "Si lo amas, frústralo". Si lo amas, ámalo. Que ya las frustraciones de la vida vienen solas. Muchas serán las veces que no podrás hacer o darles lo que quieren, muchas muchísimas, sin necesidad de crearlas artificialmente.

No entiendo por qué las canas del psicoanálisis deben llevarte a pensar eso, más bien deberían llevarte a pensar lo contrario.

No creo que a ninguna edad haga falta hacer esperar innecesariamente a los hijos, prolongando ningún tiempo de X A Z, hacerlos esperar porque sí, "para que aprendan".

Inevitablemente habrá muchos momentos en que tendrán que esperar: entonces comprenderán con justicia por qué hay que esperar, por alguna razón explicable y comprensible.

Si no hago esperar deliberadamente a mi marido, ni a mis padres, ni a mis amigos, ni a mis compañeros de trabajo, ni a mis jefes, ni a un desconocido que me pida un favor en la calle: ¿por qué tendría que dejar sin atender a mis hijos? Siempre les atenderé lo más pronto que pueda, cuando no se pueda, pues no se puede. Y con esa naturalidad y respeto por sus necesidades ellos irán aprendiendo a respetarse y quererse a sí mismos, y por tanto a respetar y a querer a los demás.

Por otro lado, efectivamente, no sé cómo esta sociedad ha llegado a creer que amamantar, colechar, portear, o atender a los hijos es "malcriarlos". Es justamente al revés, es Biencriarlos, darles el soporte necesario en la primera infancia para hacerlos independientes, fuertes, respetuosos y solidarios con los demás, como mismo se ha sido con ellos.

¿Han leído el libro "El concepto de continuum" de Jean Liedloff? Ahí trata perfectamente este asunto, así como los comentarios que se han hecho... En concreto Liedloff estudia una tribu del Amazonas, con lo que Pau encontrará una buena referencia, en la misma línea que él comenta de la crianza mapuche.

Muchas gracias por compartir en este buen blog, un abrazo para todos!!!

jueves, abril 29, 2010 2:30:00 p.m.  
Blogger Marina Alfonsin said...

Muy buen artículo! Cuanto más contenido por parte de los padres se sienta el bebé, y ellos posean capacidad de sosten... sentirá que es un niño amado, y seguro. Esto le permitirá ser independiente, y con capacidad para alejarse de ellos por un rato, es decir desplegar sus potencialidades a través del juego, y explorar su mundo, sin temor a ser abandonado. Sabrá con certeza que lo esperan. Cuando más lo alcen, mimen y abracen se sentirá seguro para alejarse y volver hacia ellos.
Pueden visitar mi blog en www.marinaalfonsin.blogspot.com

domingo, mayo 16, 2010 12:59:00 a.m.  
Blogger Tamar said...

Alvaro, soy alumna del curso de Salud Mental Infantil, psicóloga y madre de 3 niños...debo antes de continuar, agradecer tu generosidad en la difusión de tus hallazgos y descubrimientos, lo cual habla directamente de tu calidad no solo como persona, sino como profesional...enalteces la profesión...
Con respecto al contenido del artículo, me parece muy relevante en un momento social y cultural convulsionado desde el punto de vista del ejercicio de los roles paternos...entiendo perfectamente la necesidad de un otro significativo que pueda darle sentido y significado a las demandas de los bebés, que en los primeros meses solo se manifiesta a través del llanto...pero qué ocurre con los niños institucionalizados? cómo "evitar" que el cortisol se "dispare" cuando generalmente hay un adulto por cada 4 ó 5 niños? afectando ello a su posterior desarrollo cerebral y emocional "sano"....
seguramente con las posteriores clases del curso se despejarán estas y muchas otras dudas...
Felicitaciones por la organización y selección temática...
Tamar Belén.

martes, mayo 25, 2010 9:12:00 a.m.  
Blogger Mallku said...

Hola:
Sé que ha pasado bastante tiempo de la publicación, pero no puedo dejar pasar la oportunidad para aportar por lo menos con mi experiencia.
Estudio psicopedagogía, tengo un bebé de 2 años y medio, pero sobre todo, soy descendiente aymara.
He tratado de mantener mi cultura con mi familia y en especial con mi hijo. Aclaro que esto es relativamente difícil en el sur, en Valdivia donde vivo pero eso es otro tema.
Desde que nació mi hijo que opté por la crianza en brazos, como no trabajaba fuera de casa, trataba que pasara mi bebé lo menos posible en su cuna y hasta muy avanzado, cuando su peso excedió mis fuerzas, empecé a ponerlo en el coche. Hay varios métodos en el mercado, a los adecuados que me refiero son como la bandolera, fular, etc. y por mi descendencia opté por la manta peruana o aguayo.
¿Los resultados? Infinitos, fortalecí el apego, vital. Y al estar su rostro a la altura del mío, mi hijo recibía mayor estímulo que estar en un coche boca arriba. Estimulación sensorial constante.
Por otro lado, como sólo somos tres en la familia, mi esposo, mi hijo y yo. Desde un comienzo que supe que el lenguaje hablado se podría tardar un poco porque no iba al jardín. Entonces empezamos a ocupar el lenguaje de señas. Esto fue otra maravilla, a los 7 meses que mi bebé nos hablaba con sus manos y sus ojos cobraron otro brillo cuando comprendíamos lo que él solicitaba o lo que al él le llamaba la atención. Tengo unos videos notables.
Creo que con todo esto pudimos evitar muchas lágrimas producto de la frustración, tanto del bebé como de nosotros.
Finalmente, no espero que mi hijo sea un superdotado, en absoluto. Sólo que sus primeros años, los más importantes, sean en contacto.

Y me identifico plenamente con la caricatura del niño que llora. Y puedo sumar más todavía. Cuando cargaba a mi hijo, varias personas en la calle se me acercaban para preguntarme por mercadería. Pensaban que vendía los productos de las ferias artesanales. Y en una ocasión me crucé con un hombre que me dijo que en Europa se estaba utilizando muchísimo cargar al bebé de esta manera, lo cual ya lo sabía.
Difundir todo esto es difícil, culturalmente no estamos preparados y no me refiero al tema indígena, sino a considerar que los niños de la primera infancia, son personas con derechos.
La encuesta ENPI dice que el 67% de los padres sienten tener el derecho de tomar las formas de enseñanza y castigo que les parezca más apropiadas para sus hijos. Y a esto no se sumó las tasas de violencia infantil.
Estoy convencidad que una forma para abordar estas cifras y anticiparnos, es partir por educar a las madres y padres desde la concepción.
Como sociedad y como profesionales, a los cuales aspiro sumarme prontamente, tenemos un deber de transmitir nuestros conocimientos a los que no lo poseen, independiente si se hace a nivel público, privado o en nuestro círculo íntimo.

Saludos,
Claudia.

viernes, junio 04, 2010 3:57:00 a.m.  
Blogger Rocío Cáceres said...

Què bueno que haya màs preocupaciòn sobre el efecto del stress y cortisol en los lactantes. Espero estos conocimientos ampliamente reconocidos esté contribuyendo a optimizar en forma efectiva los procesos de cambio de cuidadores en los procesos de adopción: la respuesta de Lecalennier y varios psicòlogos institucionales en los medios fue de relativizar el impacto del stress frente a la separaciòn de sus cuidadores ante casos en que instituciones de adopciòn no implementaron un proceso paulatino de traspaso del cuidado infantil a nuevos cuidadores. Me alegro que le estèn dando màs importancia, ojalà eso no se quede sòlo en el discurso teòrico y se implementen mejoras concretas en los protocolos institucionales que minimicen este tipo de maltrato hacia los niños y familias en procesos de adopción.

lunes, diciembre 05, 2011 3:40:00 p.m.  
Blogger Rocío Cáceres said...

Bueno, no quisiera nombrar a los otros psicólogos institucionales ;)...

lunes, diciembre 05, 2011 3:43:00 p.m.  
Anonymous maca macchiavello said...

muy bueno Alvaro! Felicitaciones

viernes, junio 15, 2012 10:38:00 p.m.  
Blogger Sara said...

Excelente publicación. Gracias

lunes, noviembre 18, 2013 8:22:00 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Que pasa cuando los niños de mam'as que trabajan no fueron atendidos a tiempo? Y Si uno tiene la posibilidad cuando ya tienen mas de 7 años y nota que son inseguro, como los ayudas??

jueves, julio 30, 2015 11:18:00 a.m.  
Blogger Magdalena Palencia said...

Muy interesante tu articulo. Muchas gracias.

martes, enero 19, 2016 2:05:00 a.m.  
Anonymous Maggi said...

Estaba desesperada hoy, y me encuentro con este bellisimo y esclarecedor articulo. Mi hijo de 1 año solo llora si no esta encima de mi, es emocionalmente muy agotador, fisica y mental. Yo no soy partidaria de dejarlo llorar pero tengo muchisimo trabajo y ultimamente he estado por enloquecer. Gracias por la orientacion.

jueves, septiembre 15, 2016 3:22:00 p.m.  

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